Se ha hablado mucho sobre las diferentes cruces que pudieron ser características o que usaron los Templarios. A pesar de la presencia de éstas y otras cruces hay que recordar que en el proceso contra ellos se les acusó de no mostrar culto hacia la cruz.
La cruz se convierte en insignia de la Orden del Temple 28 años después de la creación oficial de la misma, en 1146, cuando el Papa Eugenio III, a instancias de San Bernardo de Claraval, aprobó que los templarios llevasen una cruz roja en sus capas sobre el hombro izquierdo y también en sus estandartes. Esta autorización papal no ha de llevar engaño, porque como tantas otras cosas, la Orden actuaba sobre hechos ya consumados. Teniendo en cuenta que la creación de la Orden es en 1118 y que posteriormente su legitimización papal fue en el año 1128,
A pesar de la existencia de unos diez modelos distintos de cruces templarias, se podría resumir el muestrario en cuatro modelos básicos: la griega, la paté, la tau y la patriarcal.
Entre éstas las dos primeras serían de uso más común, encontrándose en sellos de la Orden, pinturas ornamentales, tumbas, etc. Mientras que las otras dos serían de un uso mucho más restringido, apareciendo en muy contados casos y aparentemente de forma más simbólica.
Algunos autores han considerado que las diferentes cruces podrían responder a identificar las diferentes categorías dentro de la Orden, otros piensan que algunas de las cruces servirian para identificar diferentes territorios dentro de la basta extensión de posesiones bajo el control del Temple.
Otras cruces más restringidas, quizás eran usadas como algo más que identificatívo, parece impensable que no tuviesen un significado simbólico mucho más importante.
Así, la cruz griega parece predominar en la Provincia Templária de Castilla y en Portugal. Son bien conocidos los ejemplos del sacófago del Infante Don Felipe en Villasirga (Palencia) y la piedra armera del Castillo de Frenegal . En Portugal, dicha cruz se inscribió en la cruz paté que tomó por insignia la Orden del Temple cuando, tras la suspensión, cambió su nombre por la de Orden de Cristo.
Es curioso notar que la aparición de la cruz griega suele ir acompañada por lunas, estrellas, soles, siguiendo en todas ellas una configuración parecida. Un ejemplo de esto puede verse en un famoso sello del Temple inglés, fechado en 1303.
Por otra parte la cruz paté predominó en la corona aragonesa, aunque su reparto es generalmente mayor.
En cuanto a la cruz tau la cruz de los elegidos del Señor en el Día del Juicio según el Apocalipsis Bíblico, parece utilizada para señalar determinados enclaves o posesiones con cierta aureola “magica”. Es el caso del Castillo de Ponferrada y la Casa de Astorga, aunque un paseo por el claustro de Tarragona descubriria algunas señales más.
La cruz patriarcal o de doble tramo, aparte de ser distintiva del Gran Maestre y altos dignatarios de la Orden, parece marcar también determinados edificios de la Orden, por ejemplo La Vera Cruz de Segovia o el Santo Sepulcro de Torres. Es importante que la mayoría de relicarios del Lignum Crucis tenían esta forma por lo que no ha de parecer extraño su relación por ejemplo con La Vera Cruz de Segovia
A parte de las ya comentadas podríamos hacer una pequeña anotación histórica acerca de una variante de la cruz paté, la “Cruz de las Ocho Beatitudes”, mucho más conocida por Cruz de Malta, por el uso que se hizo de ella por parte de los Sanjuanistas o Caballeros de Malta tras la desaparición del Temple.
Otras cruces muy curiosas que quizás necesitarían abrir el horizonte de la simbología son por ejemplo las del cristo crucificado sobre la Flor de Lys sobre Nuestra Señora. Un ejemplo de ésta puede encontrarse en la Cruz de Peregrinos sita en Roncesvalles.
La Flor de Lys: “... adoptada como emblema real por los reyes de Francia, el triple lys indica la triple majestad de Dios, su creación y su realeza. El lirio también representa la trinidad del espíritu, el cuerpo y el alma, que sólo se reúnen en el género humano”.
En Francia a la cruz Patriarcal se le llama cruz de Lorena y en España cruz de Caravaca.
Una interesante leyenda medieval asegura que, en el siglo IV, el emperador Constantino el Grande, mientras se aprestaba a dar batalla definitiva contra su enemigo Magencio, tuvo la visión de una cruz luminosa rodeada de las palabras “In hoc signo vinces” , “Por esta señal vencerás”, al tiempo que el mismísimo Cristo le aconsejaba incluir esa imagen en el estandarte imperial, conocido luego como “crisma”. Como nota histórica decir que efectivamente hizo caso del sueño... y que ganó.
Respecto a la Cruz patriarcal decir también que Godofredo de Bouillon, duque de Lorena y virual rey de Jerusalén, adoptó esta cruz como insignia de sus estandartes durante su primera cruzada, cosa más que curiosa porque dicha cruz era utilizada por los cristianos Orientales, no por los Occidentales. Los caballeros del Santo Sepulcro también se la hicieron suya, aunque posteriormente el mismo Godofredo se apresurase a quitársela en 1099 cuando creó la Orden de Notre Dame du Mont de Sion de la que saldrían los Templarios como brazo armado en 1114.
La estructura de dicha cruz se ha querido identificar como una deformación estética del cartel superior INRI, al principio era un cartel, pero con el paso del tiempo derivó en unos brazos más. Teniendo en cuenta que en la edad media primaba, la simbología a la estética, suponer que fue una “deformación estética” es como mínimo chocante.
Así pues tras buscarle cierta simbología la más ocurrente es la que aparece al partir la cruz de forma que en la parte superior nos aparece una cruz griega o latina y en la parte inferior una cruz tau. Es decir, la cruz exotérica, la griega, y la cruz esotérica, la Tau. Su unión produce el símbolo del sincretismo religioso y filosófico que animó y marcó el devenir de la historia del Temple.
Associació Cultural Dames i Cavallers d'Uixó
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